Una necedad, aunque la repitan millones de bocas, no deja de ser una necedad.
Cualquiera que sea la manera de pensar y obrar, es una mala señal no ser vilipendiado, insultado o amenazado.
La palabra es divina y toda ella encierra sabiduría.
El presente es árido y turbio, el porvenir se mantiene oculto. Toda la riqueza, todo el esplendor y toda la gracia del mundo están en el pasado.
El pasado es el único lugar donde podemos refugiarnos al huir de los hastíos cotidianos, al huir de nuestras miserias, al huir de nosotros mismos.
No perdamos nada del pasado. Sólo con el pasado se forma el porvenir.
La naturaleza humana tiene la condición de pensar acertadamente y de conducirse de manera absurda.
La mayoría de las personas es buena con las personas que les gustan, y no lo es con las que no consiguen serle gratas.
La verdad histórica nada tiene que ver con los hermosos ejemplos de heroísmo que vuelan de siglo en siglo sobre los labios y únicamente revelan arte y poesía.