La ocupación de cambiar la forma de gobierno es la más vana y más frívola a que puede dedicarse el entendimiento.
Para digerir la sabiduría se precisa haberla devorado con apetito.
Concebimos deseos o esperanzas en armonía con nuestra situación.
Mi inferioridad consiste en conocer que soy tolerante y sociable.
Todo bien público está formado por una aglomeración de males particulares.
Al fin de nuestra vida creo que las únicas cosas agradables serán las que soñamos y las que no llegamos a hacer.
Al sufrimiento debemos todo lo que es bueno en nosotros, todo lo que hace amable la vida, la piedad, el valor y las virtudes.
La bondad en este mundo impone los más horribles sufrimientos.
Sólo las mujeres y los médicos saben cuán necesaria y bienhechora es la mentira.