La duda necesita motivos, pues es posible dudar sin motivos, como lo es creer sin ellos.
Se puede dudar de lo que se ve, pero no de las palabras de un hombre honrado.
Dudemos incluso de la duda
Vive como predica, dice lo que hace y hace lo que dice.
Sin engaño, la humanidad moriría de aburrimiento y desesperación.
Los errores proceden con más frecuencia de la debilidad de carácter que de la escasez de talento.
Un buen estilo es como el rayo de luz que entra por la ventana mientras yo escribo, y que debe su claridad pura a la emoción continua de los siete colores que le componen.
Es preciso evitar las novelas; no avancéis nunca por caminos ignorados; encuéntrase difícilmente quien comenzó a extraviarse.
La inquietud y el sufrimiento son nuestras penas mayores; las grandes verdades no se descubren sin pena y trabajo.