La política es el arte de aplicar en cada época de la Historia aquella parte del ideal que las circunstancias hacen posible.
Los discursos públicos son compromisos que se toman ante la nación.
Propiedad y sucesión, o sea, herencia y progreso, son, en suma, términos inseparables.
Aquel que en la doctrina es adversario, no es ni debe, por ello, ser enemigo personal.
Algo más claro y digno de atención es ver correr todo un pueblo a las armas y dejarse diezmar por defender una idea, que no verlo ir a los comicios a votar.
Los discursos públicos son compromisos que se toman ante la nación.