Atribuir un gran valor a las opiniones de los hombres es dispensarles demasiado honor.
Unir la cortesía al orgullo es una obra maestra.
Pasado y porvenir gobiernan el mayor número de nuestros dolores y son infinitamente largos.
La asimilación continua de las ideas ajenas detiene y cohíbe las propias y hasta paraliza la facultad de pensar.
Los grandes ingenios, cuando piensan, siempre tienen una imagen ante los ojos y no los apartan de ella durante el trabajo del pensamiento.
Perdonar y olvidar quiere decir arrojar por la ventana una preciosa experiencia lograda.
La exageración de toda índole es tan esencial al periodismo como el arte dramático, pues el objeto del periodismo es hacer que los acontecimientos lleguen lo más lejos posible.
El periódico, en el mejor caso, es un cristal de aumento; con frecuencia es solamente una sombra chinesca en la pared.
Tener gloria y juventud a la vez, es demasiado para un mortal.