Hombre en el cual hace mella la adulación, es hombre desarmado.
Quien, aunque fuera una sola vez en su vida, amó y fue amado de verdad, no debe maldecir demasiado al destino, por miserable que haya sido después su vida.
El amor es como el agua: si no hay algo que lo agite, se pudre.
El arte es, en cierta manera, una crítica de la realidad.
No vaciléis nunca de tenderle una mano a quien pida ser ayudado.
En el viaje a través de la vida no existen caminos llanos: todos son subidas o bajadas.
Escuchad el consejo del que mucho sabe; pero, sobre todo, escuchad el consejo de quien muchos os ama.
La constancia es la virtud por la que todas las demás dan su fruto.
Si los hombres se limitaran a hablar solamente de lo que entienden, apenas si hablarían.