Es necesario reír y filosofar, tratar los asuntos de casa y mantener las demás relaciones y nunca descansar de proferir las sentencias de la recta filosofía.
Poco vale ése para quien existen muchas causas razonables que le animen a dejar de vivir.
Tal como es hoy el universo ha sido y será siempre. Nada hay en que pueda transformarse. Nada existe que pueda serle agregado o cambiado.
En el joven la fortuna de la salud consiste en la vigilancia de su juventud y la guardia de todas las cosas que, por sus furiosos deseos, puedan ensuciarla.