El hombre tiene corazón, aunque no siga sus dictados.
Escribe si puedes, cosas que sean tan imposibles como un sueño, tan absurdas como la luna de miel de un saltamontes y tan verdaderas como el sencillo corazón de un niño.
Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar.
Ahora: una palabra curiosa para expresar todo un mundo y toda una vida.
Te empujan al juego, te enseñan las reglas y, a la primera falta, te matan.
Ahora: una palabra curiosa para expresar todo un mundo y toda una vida.