Lo mucho se vuelve poco con desear otro poco más.
El amigo ha de ser como la sangre, que acude luego a la herida sin esperar a que le llamen.
El amor es fe y no ciencia.
Por astuto que sea, al que es enemigo se le ve el corazón en los labios.
Más verdad dice la fe que los ojos.
Nadie ofrece tanto como el que nada puede cumplir.
Si lloviere hará lodos; / y será cosa de ver / que nadie podrá correr / sin echar atrás los codos.
Ni pondero, ni disimulo las acciones; y porque pretendo informar los oídos, no regalarlos no ofenderlos, dejo a las malicias de mi silencio remitidas las conjuras…
Lo mucho se vuelve poco con desear otro poco más.