No le demos al mundo armas contra nosotros, porque las utilizará.
Guárdate de las quimeras: son las sirenas de las almas, puesto que cantan y llaman, pero, cuando vamos hacia ellas, no es posible retornar.
La manera más profunda de sentir una cosa es sufrir por ella.
A medida que se asciende por la escala de los seres vivos, aumenta la facultad nerviosa, es decir, la facultad de sufrir. ¿Acaso será una misma cosa sufrir y pensar?
Al fin de cuentas, el trabajo es el medio para pasar la vida sin ser visto.
Cuidado con la tristeza. Es un vicio.
El orgullo es una fiera salvaje que vive en una cueva y yerra por el desierto. La vanidad, en cambio, en un loro que salta de rama en rama y parlotea a la vista de todos.
De todas las orgías posibles es el viajar la mayor que conozco; es ésta la que se ha inventado al llegar la fatiga de las otras. La creo más perniciosa a la tranquilidad del espíritu y a la bolsa de lo que pueda serlo el vicio del vino o del juego.
Cuidado con la tristeza. Es un vicio.