La mujer se casa para entrar a la vida social; el hombre, para salir de ella.
No es estrictamente necesario ser necio para hacer valer su voz.
En el mundo existen cuatro clases de personas: los amantes, los ambiciosos, los observadores y los imbéciles. Estos últimos son los más felices.
La mujer se casa para entrar a la vida social; el hombre, para salir de ella.