«Morimos incomprendidos», es una frase que suelen tener en la boca las mujeres y los escritores.
La ingratitud proviene, tal vez, de la imposibilidad de pagar.
Si todo en la sociedad como en el mundo, ha de tener un fin, es indudable que hay aquí abajo algunas existencias cuyo objeto y utilidad son inexplicables.
El amor es un juego en el que casi siempre se hacen trampas.
¡Cuántas tonterías humanas se encierran en ese recipiente que lleva como rótulo: Libertad!
Oíd esta verdad: vuestras ciencias más exactas, vuestras más atrevidas meditaciones y más hermosas claridades son nubes. Por encima está el santuario de donde brota la verdadera luz.
La juventud no se atreve a mirarse en el espejo de la conciencia cuando se inclina del lado de la justicia, mientras que la edad madura ya se ha visto en él; ésa es la diferencia entre ambas fases de la vida.
El matrimonio es un combate a todo evento, antes del cual los dos esposos piden al cielo su bendición, porque amarse siempre es la más temeraria de las empresas.
Tended a un hombre que se está ahogando una pértiga del grueso de una caño y verá en ella un camino real de primera clase.