Las circunstancias cambian la lógica.
Hay en el espíritu humano muchas fuerzas que permanecen latentes hasta que la ocasión las despierta y aviva.
El arte de gobernar no es más que la razón y la moral aplicadas al gobierno de las naciones.
El pensar bien consiste o en conocer la verdad, o en dirigir el entendimiento por el camino que conduce a ella.
La atención es la aplicación de la mente a un objeto y el primer medio para pensar bien es atender.
Los perezosos suelen ser grandes proyectistas; así faltos de realidad, se engañan con ilusiones; y además, al trabajar sólo en proyectos se avienen muy bien con la inacción, suma felicidad del perezoso.
Un hombre con pereza es un reloj sin cuerda.
En todos los partidos hay elementos que pueden servir: quien rechace imprudentemente esos elementos, perpetuará a los partidos; quien los aproveche con cordura, acabará por disolver los partidos, confundiéndolos en un sistema nacional.
¿Queréis evitar revoluciones? Haced evoluciones.