No hay nada que despierte mayor compasión en este mundo que un hombre irresoluto fluctuando entre dos sentimientos.
Quien tenga mucho trato con los niños advertirá que ninguna acción externa sobre ellos queda sin su correspondiente reacción.
El más inquieto vagabundo acaba por añorar su patria, y encuentra en su choza, junto al pecho de su esposa, rodeado por sus hijos y en sus trabajos para procurarse el talento, la felicidad que en vano buscó por el vasto mundo.
En las obras del hombre, lo mismo que en las de la naturaleza, lo más digno de atención es la intención.
Una vida inútil es una vida anticipada.
La juventud quiere mejor ser estimulada que instruida.
La laboriosidad forma las nueve décimas partes del ingenio.
Ciertos libros parecen escritos no para que se aprenda en ellos, sino para que se sepa que el autor sabía algo.
No está bien descubrir las faltas sin indicar a la vez el remedio para combatirlas.