La ley es poderosa, pero más poderosa es la necesidad.
Con los negocios sucede lo mismo que con el baile; hace indispensable que las personas bailen al mismo compás.
La noche es la mitad de la vida, y la mejor vida.
Son pocos los que teniendo juicio, sean a la vez capaces de obrar. El juicio ensancha, pero paraliza; la acción anima, pero limita.
El que obra, no tiene nunca conciencia, sólo la tiene el que contempla.
Una vida ociosa es una muerte anticipada.
Nuestras formas de representación son siempre y sólo nuestros ojos; la naturaleza es la única que sabe lo que quiere y lo que quiso.
El órgano con el que he comprendido el mundo ha sido el ojo.
Lo que llamáis espíritu de los tiempos es en el fondo el propio espíritu de los grandes hombres en que los tiempos se reflejan.