La verdad es semejante a Dios: no se revela inmediatamente, sino que debemos adivinarla a partir de sus manifestaciones.
Lo falso tiene ventaja de que siempre se puede charlar sobre él; lo verdadero hay que aprovecharlo enseguida, si no se desvanece.
Si quieres ser mejor que nosotros, amigo mío, viaja.
Muchas veces, después de vivir largamente en un país, cuando nos marchamos de él, saturados de su esencia y creyendo que ya lo sabemos todo, es cuando nos ofrece las facetas más inesperadas y nuevas.
Es una exigencia de la naturaleza que, de vez en cuando, el hombre se aletargue sin llegar a dominarse; de ahí su gusto por el tabaco, el aguardiente y los opiáceos.
El hombre de recia voluntad la moldea a su gusto.
Quien al vulgo le exige deberes sin avenirse a concederle derechos, los habrá de pagar caro.
La propiedad de la expansión es el principio y el fin de todo art e.