La gratitud es crimen cuando ataja el camino a la justicia.
¡El delito es prudente y cauteloso! En cambio, ¡qué imprudente es la inocencia!
¡Cómo las aguas del mar, tiene el llanto su nivel!
Las matemáticas forman una salsa que viene bien a todos los guisos del espíritu. Armonizan con la música y el arte en general. Como que todas son armonías, variedades en una o en otra forma, que se resuelven en una alta y bella unidad.
Yo matemático de vocación, no veía probable mi muerte, pues en la estadística demográfica arrojan los duelos una cifra mucho más íntima que los cólicos, y nunca temí a éstos, aunque comí siempre muy bien.
Si la vejez no trajera consigo la placidez del vivir, ¿qué premio fuera suficiente a consolarnos de la juventud y de la vida gastada en luchas y desvelos? El mayor desconsuelo es contemplar cómo los años huyen sin que la tranquilidad llegue.
¡El delito es prudente y cauteloso! En cambio, ¡qué imprudente es la inocencia!