Los hombres hacen más esfuerzos para perderse, que cuantos necesitarían para mantenerse en el camino derecho.
Los hombres se aman tanto a sí mismos que, si les conviene, mezclan cualquier cosa relativa a su miserable yo con la religión.
Los hombres hacen más esfuerzos para perderse, que cuantos necesitarían para mantenerse en el camino derecho.