El hombre superior no abandona su calmosa dignidad, posee la gloria del mundo, permanece retirado en sí mismo.
Si das pescado a un hombre hambriento, le nutres durante una jornada. Si le enseñas a pescar le nutrirás toda su vida.
Aquel que conoce a los demás es un erudito; el que se conoce a sí mismo es un sabio.
Revela el simple yo, la cualidad innata; abraza la naturaleza original; evita el egoísmo y suprime los deseos.
Cuando se han realizado cosas grandes y se ha conseguido la gloria, es conveniente retirarse.
Gobierna mejor quien gobierna menos.
El hombre que sabe, no hablar; el hombre que habla, no sabe.
No hay nada que el no hacer no haga.
Aquel que conoce a los demás es un erudito; el que se conoce a sí mismo es un sabio.