Nada vale un trabajo hecho contra la voluntad.
El alma buena no se compra ni se presta, y juzgo que si estuviese en venta nadie la compraría; pero la mala, en cambio, se compra a diario.
Los vicios que se manifiestan son sólo los más leves; los más peligrosos son aquellos que se ocultan bajo una apariencia de virtud.
Tenemos los vicios ajenos delante de los ojos y los propios a la espalda.
La embriaguez no hace vicios, sólo los evidencia.
Si quieres vivir para ti, debes vivir para los demás.
Forzosamente debe temer a muchos el que es temido por muchos.