La alabanza es el único alimento del arte.
El arte es largo; la vida, breve.
En la desgracia conviene tomar algún camino atrevido.
La avaricia es la más terrible plaga del género humano.
La embriaguez no crea los vicios; no hace más que ponerlos en evidencia.
El verdadero bien se halla únicamente en la tranquilidad de la conciencia.
Desde que los sabios han comenzado a aparecer, los buenos se han eclipsado.
Quien de verdad quiera ser bueno, lo será.
El ocio sin los estudios es la muerte y la sepultura del hombre vivo.