Ningún bien disfruta sin compañía.
Nada comprende el que una parte no comprende.
Nadie es más virtuoso que el que prefirió perder la reputación por no perder la conciencia.
Es agradable permanecer solo consigo mismo el mayor tiempo posible cuando se ha llegado a la sabiduría de gozar su propia conciencia.
De ningún testigo deberíamos hacer caso más que de nosotros mismos.
La luz es grave para una mala conciencia.
Sólo un bien hay que es causa de una vida feliz: la confianza en sí mismo.
Ambos son defectos: confiar en todos y no confiar en nadie.
Ningún bien disfruta sin compañía.