Nada hay imposible a la naturaleza, sobre todo cuando se propone destruirse a sí misma.
Siempre es peor el día siguiente.
Para el hombre ocupado no hay día largo.
Todo el mundo aspira a la vida dichosa, pero nadie sabe en qué consiste.
Nunca hizo al hombre rico el dinero, porque solamente le sirve para aumentar su codicia.
Pobre no es el que tiene poco sino el que mucho desea.
No hay tarea más fácil que hallar palabras proporcionadas a un gran dolor.
La juventud debe acumular, la vejez, usar.
Si quieres no sentir temor de nada, piensa que todo es terrible.