La ambición, aunque en sí misma es un vicio, frecuentemente es madre de virtudes.
La perfección del arte consiste en ocultar el arte.
Del maledicente al malhechor sólo media la ocasión.
La conciencia vale por mil testigos.
Condenan lo que no entienden.
Los malos hábitos, es más difícil romperlos que enmendarlos.
El mentiroso debe tener buena memoria.
El maledicente no se diferencia del malvado sino por la ocasión.
El maledicente no se diferencia del malvado sino por la ocasión.