No hay absurdo que no haya sido apoyado por algún filósofo.
Es una necedad arrancarse los cabellos en el momento de la aflicción, porque la pena no puede ser aliviada por la calvicie.
Hay enfermedades del alma más perniciosas que las del cuerpo.
Todas las almas son inmorales, pero la de los justos y héroes son divinas.
La vida no es nada sin la amistad.
Cuanto mejor es una persona, tanto más difícilmente sospecha de la amistad de los demás.
La amistad no puede ser fuente sino en la madurez del espíritu y de la edad.
La amistad da esplendor a la prosperidad y hace más llevadera la adversidad compartiendo sus desdichas.
Grave es el peso de la propia conciencia.