Un buen arrepentimiento es la mejor medicina que tienen las enfermedades del alma.
La pluma es la lengua del alma.
De altos espíritus es aspirar a las cosas altas.
A un brindis de un amigo, ¿qué corazón ha de haber tan de mármol, que no haga la razón?
Cortas sentencias vienen de larga experiencia.
Las sentencias cortas se derivan de una gran experiencia.
Al desdichado las desdichas le buscan y le hallan, aunque se esconda en los últimos rincones de la tierra.
Es tan ligera la lengua como el pensamiento, y si son malas preñeces de los pensamientos, las empeoran los partos de la lengua.
La valentía que no se funda sobre la base de la prudencia se llama temeridad, y las hazañas del temerario más se atribuyen a la buena fortuna que a su ánimo.