El necio tiene siempre una gran ventaja sobre el hombre de talento: siempre está satisfecho de sí mismo.
El porvenir de un hijo es siempre obra de su madre.
Hay ladrones a los que no se castiga, pero nos roban lo más preciado: el tiempo.
El perdón nos hace superiores a los que nos injurian.
Si la perfección no fuese quimérica, no tendría tanto éxito.
En la abnegación lo más raro es la perseverancia.
El método más seguro de permanecer pobre es ser una persona franca.
Nada va bien en un sistema político en el que las palabras contradicen a los hechos.
La ambición de dominar sobre los espíritus es la más poderosa de todas las pasiones.