Hay muchas cosas que abandonaríamos si no temiéramos que otros pudieran recogerlas.
No hay nada como el cariño de una mujer casada. Es una cosa de que ningún marido tiene la menor idea.
Yo sólo voy a fiestas a las que acuden hombres con futuro y mujeres con pasado.
Es indecente y mala, nada puedo decir a su favor, salvo que es mi mejor amiga.
Cualquiera puede simpatizar con las penas de un amigo; simpatizar con sus éxitos requiere una naturaleza delicadísima.
Los hombres aspiran al primer amor de las mujeres; las mujeres apetecen ser el último amor de un hombre.
Las mujeres están hechas para ser amadas, no para ser comprendidas.
Los hombres siempre se empeñan en ser el primer amor de una mujer. Tal es su tosca vanidad. Las mujeres tienen un instinto más sutil de las cosas. Prefieren ser la última novela de un hombre.
Puedo creer cualquier cosa, con tal que sea increíble.