La razón de que a todos nos guste pensar bien de los demás se debe a que todos estamos asustados de nosotros mismos. La base del optimismo es el puro terror.
Es más difícil hablar de una cosa que hacerla.
Cuando los hechos son la primera tragedia de la vida; las palabras son implacables.
El pasado podría aniquilarse; siempre las penas o el olvido pueden hacerlo; pero el porvenir es inevitable.
El hombre que no se preocupa de su pasado muere por no tener porvenir.
La única diferencia que hay entre un capricho y una pasión eterna es que el capricho… dura más tiempo.
Si queréis saber realmente lo que piensa una mujer, cosa siempre peligrosa, miradla y no la escuchéis.
Una personalidad es algo muy misterioso. Un hombre no siempre puede ser estimado por lo que hace. Puede observar la ley y, sin embargo, carecer de valor. Puede infringir la ley y sin embargo, ser grande.
El único deber que tenemos con la historia es el de escribirla de nuevo.