Si un hombre vive su vida de artista, su cerebro es su corazón.
Ningún artista ve las cosas como son en realidad. Sin las viese así, dejaría de ser artista.
La belleza es la única cosa que el tiempo no puede dañar. Las filosofías se derrumban como arena, las creencias pasan unas a otras, pero lo que es bello es un goce para todas las estaciones, una posesión para toda la eternidad.
Es mejor ser bello que ser bueno, pero es mejor ser bueno que feo.
La belleza, como la sabiduría, quiere el adorador solitario.
La caridad crea multitud de pecados.
Una sociedad se embrutece más con el empleo habitual de los castigos que con la repetición de los delitos.
El cinismo consiste en ver las cosas como realmente son, y no como se quiere que sean.
Las preguntas nunca son indirectas. Las respuestas a veces sí.