El principio es la mitad de todo
La felicidad que debemos a nuestro amigo es una cosa sagrada, que no permite la más leve ironía.
No sabe hablar quien no sabe callar.
Resuélvete a seguir la conducta más excelsa y te deleitarás en ella.
Elige lo mejor, la costumbre lo hará fácil y suave.
El hombre es mortal por sus temores e inmortal por sus deseos.
Dios concedió un par de brazos al hombre para que no se fatigase en ningún momento.
Prefiere una sola caricia de tu perro a todos los favores de los pueblos o de los reyes.
Entre dos hombres iguales en fuerza, el que tiene razón es el más fuerte.