Sería absurdo que nosotros, que somos finitos, tratásemos de determinar las cosas infinitas.
Con frecuencia una falsa alegría vale más que una tristeza cuya causa es verdadera.
Dicen que el mono es tan inteligente que no habla para que no lo hagan trabajar.
Todo lo que experimentamos debemos atribuirlo al cuerpo, y todo lo que existe en nosotros que podamos concebir que exista en un cuerpo, debe ser atribuido al alma.
Mejor es modificar nuestros deseos que la ordenación del mundo.
La existencia de Dios es más cierta que todos los teoremas de la geometría.
Para investigar la verdad es preciso dudar, en cuanto sea posible, de todas las cosas, una vez en la vida.
No basta tener buen ingenio, lo principal es aplicarlo bien.
Dicen que el mono es tan inteligente que no habla para que no lo hagan trabajar.