La más bella mitad de la vida queda oculta para el hombre que no ha amado apasionadamente.
El amor es una bellísima flor, pero hay que tener el coraje de ir a buscarla al borde de un precipicio.
El amor es el déspota más orgulloso del mundo: todo o nada.
El amor es una bellísima flor, pero hay que tener el coraje de ir a recogerla al borde de un precipicio.
La gente propensa a la melancolía es la mejor dotada para el amor.
El amor es como la fiebre: nace y se extingue sin que la voluntad tome en ello la menor parte.
El amor es un símbolo de eternidad. Barre todo sentido del tiempo, destruyendo todo recuerdo de un principio y todo temor a un fin.
Todas las mujeres tienen una belleza sorprendente, menos al segundo día.
La gente propensa a la melancolía es la mejor dotada para el amor.