Una hora de dolor es tan larga como un día de placer.
La riqueza se consigue con dolor, se conserva con preocupación y se pierde con pesadumbre.
El hombre sabio, incluso cuando calla, dice más que el necio cuando habla.
Las situaciones no deben cortarse, sino desatarse.
El conocimiento teórico es un tesoro cuya llave es su práctica.
Los vicios se aprenden sin maestro.
La instrucción hace al hombre bueno y peor al malo.