Hacer reír es hacer olvidar, y es un bienhechor el que en el mundo puede distribuir el olvido.
El amor es un ardiente olvido de todo.
Cuando el amor es feliz lleva el alma a la dulzura y a la bondad.
La obra maestra es la variedad del milagro.
El ateo es un mal conductor del género humano.
Con frecuencia una batalla perdida significa la conquista del progreso. Menos gloria, más libertad; calla el tambor y vuelve la razón a tomas la palabra.
Los ojos no pueden ver a Dios sino a través de las lágrimas.
Quien da a los pobres, presta a Dios.
A los hombres que son bastante insensatos para decir: La humanidad no marchará, responde Dios con la tierra que tiembla.