El cobarde muere muchas veces; el valiente sólo muere una vez.
Lo que hice honradamente, guiado por la regla imparcial de mi conciencia; por eso no me veréis mendigar un perdón vergonzoso e incierto.
Vale más ser completamente engañado que desengañado.
Hallaría más fácil enseñar a veinte personas la senda del bien, que ser una de esas veinte personas y obedecer mi propio consejo.
No quiero criticar a nadie en el mundo, sino a mí mismo, en quien reconozco numerosos defectos.
La crueldad es un tirano sostenido sólo por el miedo.
Si todos los días hubiera fiestas deportivas, entonces el deporte sería tan aburrido como el trabajo.
Cuando llega la desgracia, nunca viene sola. Si no a batallones.
Un peligro previsto está mitad suprimido.