Quien encontró un amigo, encontró un tesoro, y si en la balanza pone oro y plata, pesa aún más el amigo.
No busquéis como único compañero a un amigo fiel, porque os expondríais a caminar solos toda vuestra vida.
El amigo mío aquel que me socorre, no el que me compadece.
No es fácil que haya verdadera amistad entre dos mujeres, como no es fácil que sean buenos amigos dos comerciantes que venden el mismo artículo.
La amistad constituye un sentimiento débil, pero duradero.
Todos se llaman amigos; pero es loco aquel que se fía. Nada es tan común como este nombre; nada tan difícil como la amistad misma.
Si queréis formar juicio acerca de un hombre, observad quiénes son sus amigos.
Lo que hace que la mayoría de las mujeres sean tan poco sensibles a la amistad es que la encuentran insípida una vez que han aprobado el gusto del amor.
En la conformidad de las voluntades consiste la verdadera amistad.