Son muchísimos los que aman, poquísimos los que saben amar.
Los demás sentimientos se mezclan con el amor como los metales se amalgaman con el oro; la amistad y el aprecio lo favorecen y la belleza del cuerpo y del espíritu le añaden nuevos atractivos.
El amor es un símbolo de eternidad. Barre todo sentido del tiempo, destruyendo todo recuerdo de un principio y todo temor a un fin.
El amor, como todas las demás pasiones, enturbia la vista de los hombres.
El amor es una fuente inagotable de reflexiones: profundas como la eternidad, altas como el cielo y vastas como el universo.
El amor cuando es puro y noble, crece con la distancia.
El verdadero amor supone siempre la renuncia a la propia comodidad.
Si en medio de adversidades el corazón late con serenidad, con gozo y con paz, eso es amor.
No amamos a una mujer por lo que dice. Amamos lo que dice porque la amamos.