El amante tiene dioses que le protegen.
Sólo está enamorado de una mujer quien se enamora de ella a cada instante.
El hombre que ama con normalidad bajo el sol, adora frenéticamente bajo la luna.
Una vez soñamos los dos que no nos conocíamos. Y nos despertamos a ver si era verdad que nos amábamos.
Sólo vivo en la alegría de mirarte. / Sólo muero en la pena de no verte.
Gracias al amor se escapa el hombre de la escala zoológica.
En amor sólo hay dos situaciones: persigue uno a una mujer o trata de librarse de ella.
En el amor, cuanto más se habla, menos se dice.
¡Se puede ser Don Juan muchas veces; pero Romeo… sólo una! Eso explica, quizá, la existencia de los libertinos y de los descorazonados.