Sólo padeciendo de amor se sabe cuánto se ama.
El verdadero cariño no es el que perdona nuestros defectos, sino el que no los conoce.
Perdona sinceramente y de buena fe, perdona sin reservas; he aquí la prueba más dura a que puede ser sometido el amor.
El amor es la pasión por la dicha del otro.
No hay sentimiento que valga; el amor es una ocupación como otra cualquiera.
Entre las pasiones, el amor es la más fuerte, porque ataca a la vez la cabeza, el cuerpo y el corazón.
Quien no ha disfrutado las delicias de un amor casto, ignora la ventura que es capaz de dar una mujer.
Un mismo amor mueve las almas y las estrellas.
Yo hablo del amor en el sentido más alto de la palabra. La redignificación del hombre, la desajenación del propio ser humano.