Es precisamente al considerar al hombre como un animal cuando nos damos cuenta de que no es un animal como los demás.
Todos los hombres son dioses para su perro. Por eso hay tanta gente que ama más a los perros que a los hombres.
El hombre es la criatura que consiste en no querer ser hombre. No se anima a salir de su animalidad.
A veces, el amor a los animales bien entendido debería empezar por uno mismo.
De todos los animales de la creación, el hombre es el único que bebe sin tener sed, come sin tener hambre y habla sin tener nada que decir.
El hombre es un animal irónico.
Había una pobre serpiente que coleccionaba todas sus pieles. Era el hombre.
Siempre habrá un perro perdido en alguna parte que me impedirá ser feliz.
El hombre: un milímetro por encima del mono cuando no un centímetro por debajo del cerdo.