Si vuestra obra de arte es buena y verdadera, encontrará su eco y se hará lugar, quizá dentro de seis meses o seis años después de vuestra muerte, ¿qué más da?
Los años no hacen personas sabias; solamente las hacen viejas.
La vida humana se halla dividida en dos fases distintas: los primeros treinta y cinco años son para la experiencia, y el resto para el recuerdo.
Es justamente con las derrotas, las victorias y los años como se gana el conocimiento.
Hay instantes en los que hemos podido aprender mucho más que en los años enteros.
No se escribe con las canas sino con el entendimiento, el cual suele mejorarse con los años.
Los primeros cuarenta años de vida nos dan el texto; los treinta restantes, el comentario.
Cuando esperamos, los segundos son años y cuando recordamos, los años son segundos.
Si vuestra obra de arte es buena y verdadera, encontrará su eco y se hará lugar, quizá dentro de seis meses o seis años después de vuestra muerte, ¿qué más da?