El arte no es una actividad económica. Mientras más se renuncia a tener, para consagrarse a contemplar, se logra mejor espíritu artístico.
En el arte no hay malos motivos; hay motivos mal empleados.
La obra de arte es una exageración.
No exigimos del arte que nos diga la verdad, porque su finalidad responde a otros propósitos humanos que se realizan en el ejercicio libre de la imaginación.
Es artista aquél para quien el arte es necesario.
El arte no es una inspiración que nace del hombre, sino un sistema que incorpora al hombre a la ley de su destino en la tierra y en el cielo.
La gloria o el mérito de algunos hombres es escribir bien; la de otros, no escribir nada.
Ningún arte es susceptible de aprenderse puramente en abstracto y con entera independencia de las aplicaciones a que está destinado.
El arte está consagrado a la alegría y no hay función más elevada ni más seria que la de hacer felices a los hombres. El verdadero arte es el que proporciona la suprema fruición.