La ira ofusca la mente, pero hace transparente el corazón.
La razón trata de decidir lo que es justo. La cólera trata de que sea justo lo que ella ha decidido.
Son siempre más sinceras las cosas que decimos cuando el ánimo se siente airado que cuando está tranquilo.
El tamaño de un hombre puede medirse por el tamaño de las cosas que le encolerizan.
Tened cuidado con la ira de un hombre sufrido.
La cólera no nos permite saber lo que hacemos menos lo que decimos.
La cólera es una demencia pasajera.
La cólera destruye el sosiego de la vida y de la salud del cuerpo; ofusca el juicio y ciega la razón.
La cólera no nos permite saber lo que hacemos menos lo que decimos.