Llamamos buenas costumbres a las costumbres habituales; malas costumbres a aquéllas a las cuales no se está acostumbrado.
Las costumbres del que nos habla nos convencen más que sus razonamientos.
Hagamos costumbres y no hagamos más leyes.
Los hombres hacen las leyes, las mujeres hacen las costumbres.
La costumbre es el alma de los Estados.
El perpetuo obstáculo al progreso humano es la costumbre.
Nada necesita tanto una reforma como las costumbres ajenas.
Lo que antes eran vicios, ahora son costumbres.
Es una ley inexorable en la vida de los sexos la acción anafrodisiaca de la costumbre.