La debilidad es más opuesta a la virtud que al vicio.
La más peligrosa de todas las debilidades es el temor de parecer débil.
Los débiles sucumben, no por ser débiles sino por ignorar que lo son. Lo mismo sucede a las naciones.
Lo que mejor caracteriza a la debilidad es la extrema movilidad con que la vemos pasar sucesivamente del temor a la esperanza, y de ésta al desaliento.
Si el amor te hace débil, procura que nadie lo advierta. Más vale que te crean débil por naturaleza.
Hallar la debilidad de cada uno es el arte de dominar las voluntades.
Tan pronto como los hombres están en sociedad pierden el sentido de su debilidad.
Todos los crímenes y los vicios tienen como origen la debilidad; por ello no merecen más que compasión.
La más peligrosa de todas las debilidades es el temor de parecer débil.