El destino es un mar sin riberas.
Arrástrame a donde te plazca; tú eres la ley y yo el esclavo.
Nada hay serio en el destino humano.
Nunca se va tan lejos cuando no se sabe a dónde se camina.
En general, la gente suele llamar destino a sus propias tonterías.
Es el corazón donde brilla la estrella de tu destino.
Los hombres en este mundo se asemejan a una caravana que es conducida mientras ellos duermen.
Cada uno, desde que nace, tiene escrita su suerte en este mundo.
Yo creo que el hombre entra a este mundo con experiencias acumuladas que encauzan su espíritu hacia una especie de camino trazado.