Existe entre el dolor y la inteligencia una relación tan íntima que los seres más inteligentes son los más aptos para el sufrimiento.
En todos los casos las mujeres tienen más motivos de dolor que el hombre, padecen más que él.
El alma humana se avergüenza de sí misma cuando se deja vencer por el placer o el dolor.
Los hombres son más sensibles al dolor que a los placeres.
No hay nada más adecuado con los fines del universo que el dolor; jamás un día en que se sufre es un día perdido.
El dolor es la sustancia de la vida y la raíz de la personalidad, pues sólo sufriendo se es persona.
Allí donde está el dolor / está también lo que se salva.