Si domas un caballo con grillos, no esperes que te obedezca cuando le hables.
No se puede enseñar a leer sin dar qué leer.
Hay maestros que imparten su ignorancia.
El hombre debe educarse para el bien. Esta educación y las doctrinas que en ella se inspiran constituyen la moral o la ética.
Porque no es cosa decente, hablar sin saber con quién.
Saber y sentir, he aquí toda la educación.
Toda la obra de la educación no es más que una superación ética de los instintos.
Un grano de buena experiencia a los nueve años vale mucho más que un curso de moral a los veinte.
La más importante parte de la educación de un hombre es la que se da a sí mismo.