Mira bien quién es tu amigo, porque si por tal le tienes y él no lo es, puede ser tu enemigo mayor.
Si se ha de ser una presa, al fin y al cabo, mejor serlo del león que del lobo.
¿Tienes un enemigo? Eso quiere decir que no tienes ante ti un hombre del que debes hacer o tu amigo o tu esclavo.
Recibe instrucciones de tus enemigos.
Si estás libre de enemigos porque a nadie hiciste injuria, no faltarán otros que lo sean por envidia.
Los peores enemigos son aquéllos de los que el hombre no piensa defenderse.